Descripción
La bodega y viñedos situados en los terrenos del Monasterio de Corias, recuperan la ancestral tradición benedictina de cultivar la vid y elaborar vinos en sus cenobios.
Las variedades Albarín tinto, Mencía, Carrasquín y Verdejo tinto, que se combinan en este vino, se vendimian a mano, en viñedos de alta montaña, en su punto óptimo de maduración.
Su estancia durante unos meses en excelentes barricas de roble, le confieren su cuerpo y aroma característicos, producto de la tierra y las manos que lo ven nacer.
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