Al planear un viaje, te centras en reservar vuelos y buscar hoteles, alquilar coche, comprobar si tienes que cambiar moneda… Y después… ¿Qué? ¡No te preocupes! Sigue leyendo y descubre 10 planes geniales para aprovechar al máximo tu aventura asturiana.
1. PASEAR POR EL CASCO ANTIGUO DE VILLAVICIOSA
El casco antiguo de Villaviciosa es uno de esos lugares que atrapan. Un lugar auténtico, con encanto y vitalidad, en el que parece que el tiempo se detiene. Por tener, tenemos hasta uno de los últimos videoclubs de España. Hay tiendas, monumentos y bares que se entremezclan con plazas con encanto donde descansar y seguir planeando la visita. La Casa de Los Hevia, en la que Carlos I se alojó al llegar a España y donde cada mes de agosto se conmemora su desembarco, alberga la Oficina de Turismo: acércate y consigue tu callejero o descárgatelo aquí.

Pasea por las calles del Sol y del Agua, las dos más antiguas de La Villa, y déjate sorprender por las fachadas de sus palacios y casonas. En la confluencia de ambas, se encuentra la plaza de Obdulio Fernández Pando, uno de los rincones más bonitos de la Villa. En ella podrás ver “La Manzanera”, una de las esculturas más representativas de las que encontrarás en tu paseo, y descubrir la Iglesia de la Oliva, el Teatro Riera y el edificio de las Escuelas Graduadas, actual escuela infantil.
2. ENAMORARTE DE LA RÍA DE VILLAVICIOSA
Si algo define a Villaviciosa, es su Ría. La mires por donde la mires, con la marea alta o a medio bajar, te regalará una panorámica de esas que querrás enseñar a todos al volver a casa. Los paseos al atardecer, con los reflejos dorados en el agua, son un imprescindible en tu próxima escapada a Villaviciosa.

La ría divide nuestro concejo en dos. La carretera VV-5 serpentea pegada a su margen izquierda hasta su desembocadura, en El Puntal. Allí, desde el acceso a la Playa de Bonhome, podrás ver puestas de sol espectaculares y observar las diferentes especies de aves que la visitan en sus viajes migratorios. Si te interesa la ornitología y quieres aprender más, visita la página de su Centro de Interpretación.
La margen derecha te llevará hasta Rodiles, una de las playas más visitadas de Asturias, que cuenta con todos los servicios que puedas necesitar para pasar un día maravilloso en su fina arena dorada. El paseo hasta Misiegu, viendo nuevas perspectivas de la ría, te encantará, y podrás refrescarte al pie de la playa para rematar una jornada inolvidable.
3. ACERCARTE HASTA EL PUEBLO MARINERO DE TAZONES
Próximo al casco urbano de Villaviciosa, este pequeño pueblo de pescadores conserva todo el encanto marinero y ofrece una gastronomía para chuparse los dedos. A tu llegada, aparca el coche y baja por la calle principal, que divide al pueblo en dos barrios: San Roque y San Miguel. Cierra los ojos y disfruta el olor del mar… y déjate conquistar por una experiencia que atrapará todos tus sentidos.

Después de un paseo por el espigón del muelle, desde donde tendrás una bonita perspectiva del pueblo, puedes (si la marea lo permite) relajarte un rato en la playa, darte un chapuzón o acercarte por el pedrero a visitar su yacimiento de huellas de dinosaurio. Podrás ver, a sólo 120 metros de la rampa de acceso a la playa, icnitas tridáctilas de dinosaurios bípedos. Si te interesa el tema, puedes descubrir más sobre la Costa de los Dinosaurios en la página del Museo del Jurásico de Asturias.
Y claro está, no puedes irte sin probar alguna de las delicias que el cantábrico trae a nuestras costas: Centollos, langosta, bugre (bogavante), andaricas (nécoras), percebes, llámpares (lapas), navajas, rodaballo, lubina, chopa (sargo), pixín (rape)… preparados maravillosamente en cualquiera de sus restaurantes. Y si eres de arroces, te recomendamos el “Arroz con Bugre”… ¡No te arrepentirás!

4. ESCUCHAR EL SILENCIO EN EL MONASTERIO DE VALDEDIÓS
A sólo 10 minutos del casco urbano de Villaviciosa, te proponemos visitar un lugar que te robará el corazón.

No tenemos miedo a equivocarnos si te decimos que Valdediós es un lugar de cuento. Un valle, salpicado de todos los tonos de verde que puedas imaginar, alejado del ruido y suspendido en el tiempo, donde esconderse del mundo para encontrarse con uno mismo. Retiro de reyes como Alfonso III “El Magno”, que mandó construir allí la Iglesia de San Salvador, hoy conocida popularmente como “El Conventín”, y que es una de las joyas del Arte Prerrománico Asturiano.
Definitivamente, una cita a la que no puedes faltar en tu visita a Villaviciosa.
5. VISITAR SIDRA EL GAITERO, FAMOSA EN EL MUNDO ENTERO
Desde 1895, la inconfundible silueta de la fábrica de sidra “El Gaitero” se refleja en la margen derecha de la Ría de Villaviciosa. De sus bodegas, estratégicamente situadas, se exportan sus productos a todo el mundo, con una producción anual de 27 millones de litros de sidra.

Desde La Espuncia, y con la misión de llevar un trocito de su tierra a los asturianos emigrados en América, se enfrentaron los fundadores al reto de conservar la sidra durante semejante viaje. Y lo lograron mediante la “champanización”, generando la burbuja carbonatada que permitía una aventura de casi 90 días, que por aquel entonces era el viaje entre Europa y las costas americanas.
Lo demás, es historia, y os la contarán en una de las visitas guiadas que podéis reservar aquí.
6. APRENDER DIVIRTIÉNDOTE EN LA GRANJA DE LOS CASERINOS
¡Si tienes niños no puedes perderte este plan! Conocer “Los Caserinos”, una granja y quesería familiar de producción ecológica a 4 kilómetros de Villaviciosa, en la pequeña localidad de Maoxu. Os encantará.

Podréis ver cabras, vacas y otros animales de razas autóctonas, y os enseñarán el proceso de producción de sus yogures, quesos y arroz con leche. Además, os ofrecerán una degustación gratuita y podréis comprar sus productos en la propia explotación. ¡Eso sí que es kilómetro cero!
7. DESCUBRIR LOS HÓRREOS
Los hórreos son constantes en el paisaje de Asturias. Forman parte, aunque por desgracia cada vez menos, de la vida cotidiana de las casas de pueblo. Son graneros aéreos que permitieron la conservación y secado del grano alejado de la humedad y de los roedores, y que sirvieron también como despensas, trasteros o incluso habitación. Actualmente, se conservan en Asturias más de 14.000, y los más antiguos, de los siglos XV y XVI, se encuentran en nuestro concejo, en el pueblo de Sietes.

Protegidos como Patrimonio Etnográfico, y habiendo quedado en desuso por el abandono de la agricultura, se encuentran en situación delicada, aunque parece que la autorización de su uso como vivienda está cada vez más cerca. ¿Quién sabe? Tal vez, la próxima vez que busques alojamiento en Asturias, puedas despertarte disfrutando del paisaje desde un auténtico hórreo. ¿Te apuntas?
8. RELAJARTE A LA ORILLA DEL MAR, PLAYAS DE VILLAVICIOSA
Sí, sabemos que la temperatura del Cantábrico es solo para valientes… pero disfrutar de un chapuzón en sus aguas es toda una experiencia.

En total, son 8 las playas de arena dorada en las que relajarte en nuestra Villa: La Ñora, Playa de España, Merón, El Puntal, Playa de Bonhome, Rodiles, Playa de Tazones y Misiegu. Todas ellas son de fácil acceso, y en algunos casos, como la de Rodiles, tienen servicio de autobuses para que sólo tengas que preocuparte de no olvidar el bronceador. Además, algunas cuentan con bares y restaurantes donde comer algo o tomarte una cervecita bien fría para combatir el calor. ¡Te invitamos a descubrirlas!
9. DISFRUTAR DE NUESTRA GASTRONOMÍA
Fabada, cachopo, el mejor pescado fresco… Las opciones para comer bien en Villaviciosa son muchas y todas buenas.

Sabemos que cuando alguien llega a Asturias por primera vez se sorprende por lo mucho que comemos los asturianos. Pero es que… con tan buen producto y cocineros como tenemos… ¿Quién puede resistirse?
La mejor carne de terneras criadas con mimo en nuestros pastos, pescado y marisco fresco de las bravas aguas del cantábrico, frutas y verduras de temporada… la lista es interminable y os hará disfrutar sea cual sea vuestro gusto.
Y claro está, si la comida es excelente, la sidra no lo es menos… Villaviciosa es la Capital Manzanera de España y se encuentra integrada en la Mancomunidad de la Comarca de la Sidra. Acercaos hasta una de nuestras sidrerías y pedid una botella: os escanciarán unos “culetes”. Al echar la sidra desde lo alto y hacerla “romper” contra el vaso, ésta se oxigena y alcanza las condiciones óptimas. El “culete” o “culín” ha de beberse al trago, dejando un poco que se verterá al suelo por el sitio por donde hayas bebido, para limpiar el borde del vaso. Pocas bebidas tienen tanto de ritual y de experiencia compartida entre amigos. Probadla: Os encantará.
Por último, no queremos dejar pasar la oportunidad de haceros una recomendación: en los últimos años el cachopo empieza a ser conocido y apreciado fuera de nuestras fronteras. Y no es para menos, es uno de los platos que tenéis que probar cuando nos visitéis. Pero hacednos caso: pedidlo para compartir, ¡hay que dejar hueco para el postre!
10. DESCONECTAR EN PLENA NATURALEZA
Si eres de los que se calzan las botas y salen a disfrutar del aire puro, estás de suerte.

De poca dificultad y una belleza natural sorprendente, rutas como la de Los Molinos del Río Profundo, la del Azabache o el “Camín a Cuadonga” te harán viajar en el tiempo, descubrir rincones escondidos y disfrutar de nuestro rico patrimonio etnográfico y cultural.
Y aunque muchas de las rutas que puedes hacer desde Villaviciosa son adecuadas para hacer en bici o con niños, te recomendamos que te asegures antes. En este enlace podrás echar un vistazo a las más recomendadas. ¡Disfruta como nunca de nuestro paraíso!